En 1993 la compañía Gaelco saca a la luz World Rally Championship, sin duda uno de los arcade con más éxito de aquellos tiempos. Recuerdo haberlo jugado en la máquina que venía con volante, pedal y palanca de cambios «low-high», así como en otras con joystick donde se aceleraba apretando un botón.
5 duros era el precio que había que pagar para sentirte Carlos Sainz por unos minutos, que finalizaban cuando llegabas a la pantalla 3 «nieve», y te comías todos los charcos de hielo. Por lo menos en mi caso…
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